sábado, 28 de junio de 2014

INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

LA GRAN PROMESA
DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA
A todos aquellos que durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen cinco decenas del Rosario y me hagan quince minutos de compañía meditando sobre los quince misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación.


AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA PARA PEDIR UN FAVOR

¡Corazón inmaculado de María!, desbordante de amor a Dios y a la humanidad,
y de compasión por los pecadores, me consagro enteramente a ti. Te confío la salvación de mi alma.

Que mi corazón esté siempre unido al tuyo, para que me separe del pecado,
ame más a Dios y al prójimo y alcance la vida eterna juntamente con aquellos que amo.
Inmaculado Corazón de María, te pido con fervor que me auxilies en mis necesidades, principalmente en: (mencionar aquí el favor que se desea)


Medianera de todas las gracias, y Madre de misericordia, recuerda el tesoro infinito que tu divino Hijo ha merecido con sus sufrimientos y que nos confió a nosotros sus hijos.

Llenos de confianza en tu maternal corazón, que venero y amo, acudo a ti en mis apremiantes necesidades. Por los méritos de tu amable e inmaculado Corazón y por amor al Sagrado Corazón de Jesús, obténme la gracia que pido (mencionar aquí el favor que se desea)

Madre amadísima, si lo que pido no fuere conforme a la voluntad de Dios,
intercede para que se conceda lo que sea para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma. Que yo experimente la bondad maternal de tu corazón
y el poder su pureza intercediendo ante Jesús ahora en mi vida y en la hora de mi muerte.
“¡Oh Madre! Virgen María hoy Consagro mi vida a Ti.
Siento necesidad constante de tu presencia en mi vida,
para que me protejas, me guíes y me consueles,
cuida mi hogar y mi familia.
Derrama tus Bendiciones, líbrame de mis enemigos
Y dame siempre tu bendición.
Sé que en Ti mi alma encuentra reposo y consuelo
y la angustia y los males en mí no entrarán,
mi derrota se convertirá en victoria,
mi fatiga en Ti fortaleza es. Amén”.
Corazón de María, perfecta imagen del corazón de Jesús, haced que nuestros corazones sean semejantes a los vuestros. Amén.




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