RITUALES PODEROSOS CON CLAVOS DE HIERRO
RITUAL DEL VASO DE
AGUA Y UN CLAVO PARA ABSORBER LA ENERGÍA NEGATIVA
MATERIALES
Agua Bendita
Agua de lluvia
1 clavo de hierro
(mediano)
1 vaso de cristal
Introduce el clavo dentro del vaso y ponle Agua bendita y de lluvia, colócalo debajo de
tu cama y antes de que vayas a dormir, reza la siguiente oración en voz alta:
"El cristal envuelve el agua
Y evita que se derrame.
Que me envuelva a mí como al agua
Y aleje todo mal".
Al despertar, observa el vaso con agua y el clavo, si hay burbujas pegadas a las paredes del vaso,
significa que estás cargado de mucha energía negativa o que la estás recibiendo
de alguna persona.
Si el agua se ha evaporado, podría ser señal de que
alguien está practicando algún maleficio.
Desechar el agua lejos de la casa y lavar el clavo todos
los días.
El vaso con el agua y con el clavo debajo la cama genera
un campo protector que te permitirá dormir
tranquilo, sin que la energía negativa que pueda venir del exterior o
del interior te afecte.
Durante el sueño somos más vulnerables a las energías
malignas, por lo que debemos ser doblemente precavidos a la hora de descansar. Te
recomiendo practicar este rito a diario.
RITUAL CON CLAVO PARA LA PROTECCIÓN DEL HOGAR Y LA FAMILIA
Este ritual te servirá para protegerte del mal que te
deseen las personas que no quieren que prosperes, que te vaya mal en lo que realices y que
quieren hacerte algún daño.
MATERIALES
1 botellita de cristal
3 clavos
Cáscara de medio limón
Sal marina
3 trozos de raíz de ruda
1 tapón de corcho.
Introduce todos los ingredientes dentro de la botellita y
tápala con el tapón de corcho; coloca la botellita en la ventana de la habitación
donde duermas.
NOTA: Nadie debe tocar o mover este trabajo, pues pierde
su efecto y se tendrá que volver a realizar.
ALEJAR ENEMIGOS DE NUESTRO HOGAR
Materiales:
3 clavos de herradura
1 puñado de sal marina
Procedimiento
Colocar la sal y los clavos en una bandeja y dejarlos bajo nuestra cama durante 3 noches y
después... un viernes, por la noche, poner la bandeja debajo del chorro de una agua de una llave para que el agua corra,
desborde y disuelva la sal. Mientras va rezando lo siguiente:
“En el nombre de
Dios, pido que, junto con esta sal, se disuelvan nuestros males y angustias,
que estemos protegidos contra aquellos
que nos quieren hacernos un mal físico o espiritual. Que los clavos de la
pasión de Cristo nos protejan de
nuestros enemigos. Amén”
Una vez disuelta la sal, se toman los tres clavos y se
clavan uno, a la entrada de la casa, otro en la pared trasera y el tercero, lo
más cerca posible del comedor.
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